Columna semanal del Dr. Andrés Fábregas Puig en Chiapas Paralelo “ Los peligros del poder”:
En 1887, Jhon Emerich Edward Dalberg-Acton, primer Baron Acton, y ampliamente conocido como Lord Acton, dirigió una carta al obispo católico Mandell Creighton, quien, en ese mismo año, había publicado una exhaustiva Historia del Papado, en la que soslayaba la vida licenciosa no sólo de varios Papas sino aún, de los sacerdotes y población de El Vaticano en general. Un párrafo de la mencionada carta, dice: “No puedo aceptar su doctrina de que no debemos juzgar al Papa o al Rey como al resto de los hombres con la presunción favorable de que no hicieron ningún mal. Si hay alguna presunción es contra los ostentadores del poder, incrementándose a medida en que lo hace el poder. La responsabilidad histórica tiene que completarse con la búsqueda de la responsabilidad legal. Todo poder tiende a corromper y el poder absoluto, corrompe absolutamente.Los grandes hombres son casi siempre hombres malos, incluso cuando ejercen influencia y no autoridad.»