El hecho de ser la parte plana y baja de una cuenca endorreica (sin salida para el agua) y montañosa que se extiende sobre apenas 24 kilómetros cuadrados de superficie, hace que el área de El Bajío del Arenal, cuenca de los arroyos Arena Chica y Boca de Arena, sea más proclive a problemas de inundación.
Con la urbanización que a la fecha existe —según Enrique Alfaro, ya se urbanizaron 315 hectáreas de las 980 de la zona—, ya se ha detonado una transformación que ocasiona encharcamientos; si el proceso continúa, el crecimiento del riesgo será exponencial.
Esto lo advierte un documento elaborado en el contexto de la revisión del plan de ordenamiento ecológico local de zapopan (POELZ): Estudio hidrológico detallado del municipio de Zapopan (2017), análisis que forma parte del trabajo que desplegó el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS Occidente) bajo el liderazgo del investigador Luis Gabriel Torres González.