La empresa Caabsa Eagle se hace cargo de la basura de Guadalajara desde 1994 cuando consiguió la primera concesión, donde ya se incluía como su obligación la separación de residuos, crear composta y controlar la contaminación, promesas incumplidas por décadas que ahora ponen en duda los beneficios del nuevo basurero metropolitano que se construye en Tala, advierte el experto Gerardo Bernache Pérez.